lunes, 15 de octubre de 2012

Historia de un Jelly Roll


Érase una vez un bonito Jelly Roll que deseba ansiosamente ser cosido. Este Jelly Roll tenía una dueña un poco perezosa, que prefería irse a la playa antes que estar con él.

Pasaron los días y el verano se iba agotando, así que su dueña se acordó de él. Después de mucho cavilar, decidió hacer una colcha de hexágonos (¡madre mía, en que berenjenal me habré metido!).
Así que me cortaron en hexágonos de 1.5cm de lado. Yo era bastante grande, ¡tenía 40 tiras!


Y si de cada tira salían 25 hexágonos, mi dueña va a tener que hacer 1000 hexágonos conmigo:


Corta que cortarás, cose que coserás:



Y poco a poco...¡me van cosiendo!



 Ambicioso proyecto, pero sin duda, me gusta como queda. Siendo optimista, espero tenerlo listo antes del mes de febrero.

¡Gracias por leerme!

domingo, 23 de septiembre de 2012

Cookies de chocolate


Ahora que ya estamos en otoño empieza a apetecer tener unas galletas a mano para ir picando mientras hago ganchillo o acabo esa chaqueta de lana. La verdad es que es un placer la hora de la merienda con unas galletitas y una bonita labor. 

Si os animáis, ahí va la receta:

75g de mantequilla a temperatura ambiente
75g de azúcar moreno
75g azúcar normal
1 huevo grande
media cucharadita de extracto de vainilla
150g de harina con levadura incorporada (yo cojo harina normal y le añado un sobre de levadura Royal)
25g de cacao en polvo sin azúcar
opcional: 100g de chips de chocolate o chocolate a trocitos 

1. Calentamos en horno a 180ºC

En un bol no muy grande:

2. Batimos la mantequilla con los dos azúcares.
3. Añadimos el huevo y el extracto de vainilla, batimos bien.

Y en otro bol algo más grande:

4. Mezclar la harina con el cacao.
5. Añadir la mezcla de mantequilla y huevos que hemos preparado antes al bol de harina y cacao.
6. Ahora es el momento de añadir los trocitos de chocolate (opcional)

7. Poner sobre un papel vegetal cucharadas de la masa, que más o menos tengan una forma circular.
8. Hornear unos 10-12 minutos.

9. Enfriar y....


¡A comer!
Gracias por leerme

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Finlandia


Después de haber estado en Tallin, tomé un ferry hasta Helsinki. El trayecto duró unas 2 horas aproximadamente, y lo que más recuerdo es la fría brisa del Báltico que me obligó ponerme más abrigo del que hubiera imaginado para la época del año que era, principios de Agosto.

Esta foto de arriba en una de la iglesias de Helsinki. 

Desde mi punto de vista, Helsinki es una ciudad poco atractiva: no tiene rincones para fotografiar sino que me pareció una ciudad con muy poco encanto. Todo muy limpio, ordendado, tranquilo, pero soso.

 Con la única atracción del mercado al aire libre, los edificios y las calles muestran al visitante una distancia y un frío que no había apreciado en otros de los sitios que he estado. El empedrado de las calles y el reinante color gris, sin duda, no hacen de Helsinki la ciudad que yo me imaginé.

A orillas del puerto tiene lugar a diario un estupendo y original mercado al aire libre, donde los lugareños venden pescados procedentes de sus mares como: salmón, truchas, arenques, pez espada y algun especimen más que no reconocí.


Después de un par de días, nos tocó coger un tren nocturno de Helsinki hasta Oulu, alrededor de 10 horas. La verdad es que ya me sentía que estaba yendo muy lejos!


 En Oulu hubo un cambio considerable en muchos aspectos: aumento de las horas de luz, lugar mucho más despoblado, los precios eran todavía más caros que en Helsinki, y el mal tiempo que tuvimos: se juntaron dos borrascas con la consecuente bajada de temperaturas llegando a sentir frío al no sobrepasar durante dos días los 13ºC.

Este es el mercado interior de Oulu:


Productos gastronómicos típicos del país: 


Y en la parte exterior del mercado se sitúan tenderetes para poder sentarse y consumir algunos productos. Entre las cosas que probé están: salmón fresco a la plancha con patatas y verduras salteadas todo ello con salsa de ajo, un manjar exquisito. Albóndigas de arce y salchicha de reno, peculiar pero no menos excelente que otras carnes. 


Parque de la ciudad de Oulu: 
 

Bueno, y la verdad es que habiendo llegado hasta aquí, no podía irme sin ver donde vive Papa Noel. Vive en Laponia, en el Círculo Polar Artico y ésta es su casa de Rovaniemi:


éste su sillón:
 

Y aquí estoy, en el Círculo Polar Ártico, a 66º latitud Norte:


En latitudes superiores no hay gran cosa, ni para ver, ni para hacer, a excepción de renos y abetos. Está muy poco poblado y cada vez las cosas eran más caras. Y como el viaje llegaba a su fin, cogimos un tren desde Oulu a Tampere, y avión hacia España, volando con Ryanair. Tres semanas de viaje que dieron para mucho y con un equipaje pesado por las azafatas de Ryanair de tan solo 9.5kg! 


Gracias por leerme.

sábado, 25 de agosto de 2012

Letonia y Estonia


Después de haber estado en Polonia del 22 al 31 de julio, cogí un avión de Varsovia hasta Tallin, con escala de 26 horas en Riga. Claro, así evité Lituania (que parece ser que hay poca cosa a ver), me ahorré más de 10 horas de autobús entre los dos trayectos y pude visitar Riga, capital de Letonia.


Lo que destaca de estas ciudades bañadas por el Báltico es el suelo empedrado de las calles, las casitas de colores y los tejados con mayor pendiente cada vez. En Riga solo estuve un atardecer y una mañana, por lo que poca cosa pude ver, pero me dediqué a pasear por el centro. El centro histórico de estas ciudades suele estar muy cuidado, con muchos turistas, terrazas, tiendas de souvenirs.
Y una de las mejores cosas es que ya empezaba a haber salmón como plato habitual.¡Estaba riquísimo!

Al dia siguiente, más avión y hasta Tallin. Personalmente, me gustó más Tallin que Riga.

 
Aquí en Tallin (por cierto, los espñoles decimos Tallín, como suena, mientras que los estonios dicen "Tálin") todo el centro histórico está rodeado de una impresionante muralla. Lo que se ve son las torres de vigilancia. 


En la plaza del ayuntamiento tenía lugar este mercadillo tan chulo. Allí podias comprar desde el típico souvenir tipo llavero o imán para la nevera, hasta pieles auténticas de renos, osos y diversa fauna, pasando por jabones de piedra pómez que se recargan dejándolos absorber jabón líquido, calcetínes de lana chulísimos (y carísimos). Una de las cosas más típicas de Tallin es el lino, si tela de lino estampada con ovejitas, renos, gatitos y luego con ella hacín paños de cocina, delantales, manoplas, bolsas para el pan. Compré medio metro de dos telas distintas de lino, preciosas. A ver si cuando llega el fresquito me animo y me pongo a coser de nuevo.


En Tallin hay diversos miradores desde los cuales puedes tener una excelente panorámica sobre la ciudad.

Bueno, y aquí acaban estos dos días de capitales bálticas express. El dia 2 de agosto, ferry desde Tallin hasta Helsinki. La semana que viene continuaré mi viaje hasta el Círculo Polar Ártico. ¡Valió la pena!



miércoles, 15 de agosto de 2012

Polonia: Cracovia, Auschwitz, Wroclaw, Poznan y Varsovia


Este último mes he estado de vacaciones, la verdad es que no me puedo quejar. Esta vez me marché cerca de casa, a 3 horas de avión solamente y durante tres semanas. Visité Polonia, país que me sorprendió muchísimo, ya que no pensaba ni que fuera tan turístico, ni tan moderno, ni sobretodo tan interesante. La primera foto es la Plaza de Mercado de Cracovia, era domingo y estaba lleno de turistas y lugareños, unos comprando y otros vendiendo. Es muy típico también los carros de caballos que pasean a los turistas por el centro de la ciudad.


Éste es un un castillo que se encuentra a las puertas del casco antiguo, o Stare Miasto, en polaco.


Y éste es es Castillo de Wawel, cerca del barrio judío de Cracovia.


 Al día siguiente visité Auschwitz-Birkenau, el mayor campo de concentración y exterminio. Fue una experiencia conmovedora y, sinceramente, creo que en mi vida ha habido un antes y un después de esta visita. No tuve valor de hacer fotos de las exposiciones ni de los objetos personales recogidos de todas las personas que aquí perecieron. 


Estaba todo el recinto cercado con una alambrada de metal y corriente.


Aquí estoy en la segunda fase del campo, Birkenau, a unos pocos km de Auschwitz, donde los nazis construyeron otro campo mucho mayor para seguir con las atrocidades pero a mayor escala. A mi derecha están los barracones, donde estaban hacinadas alrededor de 300 personas, en un lugar donde caben sólo 52 caballos. Y a la izquierda se ve lo que queda de los quematorios. En el momento de la liberación del campo los alemanes quisieron borrar toda huella de lo ocurrido.


Dentro de los barracones.

También visité Wroclaw, a unas 4 horas en tren de Cracovia. Una ciudad bonita, con islas entre el río, tranquila, muy agradable para pasear y no muy grande.


Comparando ambas fotografías puede observarse como quedó tras la Segunda Guerra Mundial:

En Polonia, cada ciudad tiene su plaza principal, muy cuidada y con casitas de colores:

Aquí ya estoy en Poznan: También con su pintoresca plaza:


Varsovia: Que por cierto hacía un calor como el español: 35grados!

En Varsovia todo el centro histórico es nuevo, es decir, reconstruido, ya que después de la guerra, en el 1945, no quedó nada, todo estaba destruido.


Como física que soy, no podía marcharme de esta ciudad sin visitar el Museo de Marie Curie. Interesante, pequeñito y poco visitado. También hay una recontrucción del laboratorio con réplicas del instrumental que ella utilizó. 


En el barrio judió de Varsovia no quedaba prácticamente nada, pero recuerdo esta fachada que me llamó mucho la atención: soldados rusos como marionetas.


Esta otra fotografía es una parte del muro del gueto que los nazis mandaron construir para cercar a los judíos. Medía 3m de altura y dejaba fuera del gueto hospitales y puntos de comunicación (trenes y buses). Muchas de las personas que estaban dentro morían al no poder recibir ayuda del exteiror. 

Esta última fotografía es un grito a la esperanza: Los habitantes del gueto decidieron excavar un túnel, una salida para poder escapar de él.

Aquí está la salida:


lunes, 16 de julio de 2012

Colcha para la bebé de Eva


Mi amiga Eva está esperando una niña y se llamará Helena. Me puse muy contenta cuando me dió la noticia. Pensé que, como estaba aprendiendo a coser, le haría ilusión que le hiciera una colcha para su niña.


Ella escogió las telas y me dijo como quería el diseño, porque la original que salía en las revistas no le acababa de gustar. Decidimos cambiar los conejitos del diseño original por un búho, una pareja de elefantes y una parejita de jirafas.


Para acolcharla, la acolché a máquina con una puntada algo rústica. 

Y después firmé el quilt:


¡Espero que le guste!


viernes, 6 de julio de 2012

Samosas


Las samosas son un aperitivo o tentempié típico de la India. Se suelen tomar a cualquier hora del día, en la calle y no necesariamente calientes. Son sabrosas y en algunos casos muy picantes (no fue el caso).

Hay muchas versiones por lo que he podido ver en diversos libros, pero las más auténticas son las más simples, ya que en India y en todo el sudeste asiático donde algunos indios emigraron, ya os digo yo que no tienen recuros suficientes para hacer unas samosas con masa de empanada, o con pasta filo o incluso con masa de pizza, por lo que ellos mismos hacen la masa con ingredientes básicos.


Yo hice la receta del libro Indian Bible, el que tiene la receta de gulab jamun que publiqué hace unos meses. Creo, sin duda, que es el más auténtico por la simplicidad de los ingredientes, de los dos libros de cocina india que tengo.

Si alguna está interesada en hacerlas samosas, ahí va la receta:

MASA:

2 tazas de harina 
3 cucharadas de aceite
 una pizca de sal
 lo que admita de agua.

RELLENO

6 patatas
2 cucharadas soperas de aceite
1 cucharada sopera de comino en grano
1 taza de guisantes (o de lata o congelados y hervidos)
media cucharadita de cúrcuma
una cucharada sopera de jengibre fresco rallado
media cucharadita de chile molitdo o guindilla
media cucharadita de sal

aceite para freírlas

PROCEDIMIENTO:

Para la masa mezclamos los ingredientes de la masa hasta que formemos una bola.

Para el relleno: Hervimos las patatas hasta que estén tiernas. Las cortamos en cuadraditos pequeños.
Ponemos el aceite en una sartén grande y salteamos las semillas de comino durante un minuto.
Añadimos los cubitos de patata y los guisantes (si los utilizamos congelados, los hervimos antes).
Añadimos sal y las especias y lo salteamos durante unos 8 minutos.
Reservamos y dejamos enfriar.

Estiramos la masa en rectángulos de unos 10cm de lado.
Ponemos el relleno, y cerramos formando un triángulo. Para cerrar conviene tener un vaso de agua y mojar el borde de la masa para que al cerrarlo pueda quedarse pegado. 
Las vamos haciendo todas y luego las freímos por tandas.

 
¡RIQUÍSIMAS!